Duérmete niña
Este post dedicado a mi nueva socia Olivia, fue el reciclado de su cuna.
En la dulce espera (creo que se llama dulce por la cantidad de golosinas y cosas ricas que uno ingiere durante esa época, aunque después le agarre un ataque de todos los pantalones que tenemos y no nos entran, y quizás no nos entrarán)... esperamos con emoción y fantasía el/la nuevo miembro de la familia.
La cuna de Oli llego pintada de un color beige, con algunos detalles en la maderas y principalmente sin los tornillos para regular la cuna. (cosa importantísima!).
Paso a paso...
Desarmamos la cuna, la pintamos (abuelos, tíos y amigos) con pintura especial para bebés: pintura sin plomo ni laca, pintura al agua, porque en la etapa de los bebes que muerden todo... Sí, todo es TODO y uno se pregunta, mi pequeño angelito se a convertido en un pequeño caníbal que muerde hasta la cuna, no queremos que se intoxique con pintura.
Tuvimos que comprar esos tornillos para regular las medidas de la cuna, eso es bueno tenerlo, al principio evitar dolor de espalda y después ir bajando la altura cuando empiezan los movimientos más "brusquitos" del angelito.
Para finalizar uno de mis antojos de embarazo fue hacer banderines (ya vendrá el post sobre eso) y con eso lo decoré.